Pues al final me decidí y la hice. Una vuelta de tuerca a la receta de callos y que posiblemente, a los puritanos, les saldrán ronchas y no ha sido con esa intención. Como amante de la comida oriental y del kimchi en particular, quise ve como sabría esa función. A todos esos sólos les pido que la hagan, la prueben y luego si quieren me crucifican.
Ingredientes:
½ k de callos ya limpios, una cebolla pequeña, 1 diente de ajo, 2 c/s de salsa de tomate, 4 c/s de salsa de kimchi, ½ cs de pimentón, 150 gr de garbanzos cocidos, 250 gr de harina de trigo para freír, panko, 1 huevo, sal y aceite de oliva virgen.
Elaboración:
Cortar los callos en trozos de bocado y reservar.
Agregar la salsa de tomate y cocer otros dos minutos. A continuación, añadir la salsa kimchi, rehogar un minuto y luego añadir los callos. Cerrar la olla, cuando empiece a salir el vapor, bajar el fuego y cocer 25 minutos.
Una vez cocidos, retirar los trozos de callos, triturar la salsa, pasarla un par de veces por el chino y reservar.
Verter la harina en un bol, echar el huevo y mezclar bien. Verter un poco de salsa y volver a mezclar. En otro bol verter el pan panko.
Pasar los trozos de callos por la harina y empaparlos bien, luego pasarlos por el pango y a continuación freírlos en aceite bien caliente.
Freír los garbanzos en una cucharada de aceite.
Emplatado
En un plato hondo poner un par de cucharadas de garbanzos y encima de ellos tres trozos de callos, decorar con algún germinado. Salsear al gusto y servir caliente.
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