Hay muchas formas de hacer el cordero pero, aquellos que quieren disfrutar realmente de su sabor, siempre lo harán al horno, a fuego lento, embadurnado con las especies deseadas y, sobre todo, con humedad en el horno para que la carne no se seque y quede jugosa.
De muchas maneras lo he cocinado pero es de esta donde puedo paladear todo el sabor de la carne, tan sólo bañada con el jugo de su cocción.
Vamos allá con la receta.
Ingredientes:
1 pata de cordero de 1,5 k aproximadamente, 3 dientes de ajos, 1 cp de tomillo, 1 cp de orégano, 1 cp de tomillo, 3 cs de aceite de oliva, y vado de vino blanco, 2 vasos de agua, sal y pimienta.
Elaboración:
Limpiar de grasa sobrante y de la telilla que recubre la pata, salpimentar y reservar.
En un mortero poner 1 cc de sal, los 3 dientes de ajos partidos y las hierbas aromáticas y majar hasta obtener una pasta. Mezclar bien con el aceite,y embadurnar la pata con la mezcla..
Colocar la carne en la rejilla del horno y, en la bandeja inferior, verter 1 vaso grande de agua y otro de vino blanco. Introducir en el horno, previamente calentado a 160º C y cocer por espacio de 2 horas.
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