La tapilla de cerdo ibérico es un corte pequeño y pesa entre 400 y 500 gramos, de color rojo y grasa entrevetada, la hace excelente para asar, quedar tierna y jugosa para aquellos que les guste medio hecho o en su punto. Para aquellos que les guste más hecha, les recomiendo que, primero la sellen en un asador o sartén y luego la terminen en el horno hasta darle el punto deseado.
El acompañamiento a a gusto del consumidor, papas fritas, al horno, ensalada, arroz o tan sólo con sal en escama que, posiblemente sea la forma más sabrosa de comerla.
Ingredientes:
1,5 kg de tapilla de cerdo ibérico,, un disco de queso provolone especiado, 200 gramos de polenta prensada, pimienta, sal en escama y aceite de oliva virgen extra (AOVE).
Elaboración:
Quitar la grasa superflua de la tapilla, pimentar, embadurnar con un poco de aceite de oliva virgen extra y reservar.
Cortar la polenta en cuatro trozos más o menos uniforme.
Cortar el queso del mismo tamaño que la polenta.
Poner al fuego fuerte una sartén de fondo ancho o un asador. Cuando esté humeante, sellar la carne por todos lados y colocarlas en una bandeja de horno engrasada con un poco de aceite.
Asar en el horno durante 5 minutos a 170ºC, para dejarla al punto.
Pasado el tiempo, apagar el horno, abrir un poco la puerta y dejar reposar la carne al calor durante 5 minutos.
Dos minutos antes de servir, marcar la polenta y el queso en el mismo recipiente que se selló la carne.
Salar la carne con la sal en escama y servir caliente acompañado con un pedazo de polenta y otro de queso.
El acompañamiento a a gusto del consumidor, papas fritas, al horno, ensalada, arroz o tan sólo con sal en escama que, posiblemente sea la forma más sabrosa de comerla.
Ingredientes:
1,5 kg de tapilla de cerdo ibérico,, un disco de queso provolone especiado, 200 gramos de polenta prensada, pimienta, sal en escama y aceite de oliva virgen extra (AOVE).
Elaboración:
Quitar la grasa superflua de la tapilla, pimentar, embadurnar con un poco de aceite de oliva virgen extra y reservar.
Cortar la polenta en cuatro trozos más o menos uniforme.
Cortar el queso del mismo tamaño que la polenta.
Poner al fuego fuerte una sartén de fondo ancho o un asador. Cuando esté humeante, sellar la carne por todos lados y colocarlas en una bandeja de horno engrasada con un poco de aceite.
Asar en el horno durante 5 minutos a 170ºC, para dejarla al punto.
Pasado el tiempo, apagar el horno, abrir un poco la puerta y dejar reposar la carne al calor durante 5 minutos.
Dos minutos antes de servir, marcar la polenta y el queso en el mismo recipiente que se selló la carne.
Salar la carne con la sal en escama y servir caliente acompañado con un pedazo de polenta y otro de queso.
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