La mayoría de los entendidos dicen que es la mejor carne del mundo, la del buey negro originario de Japón de la raza Kobe o Wagyu. Su crianza y alimentación en entornos tranquilos y sin estrés, una cerveza caliente para ayudar la digestión, música clásica en pesebres y masajes hacen que tengan una carne entrevetada y exquisita y con sólo ponerla a la plancha vuelta y vira, se corta cómo mantequilla.
Yo la encontré preparada para hamburguesas y, aunque tiene sello de garantía, todavía tengo mis reservas a que sea original, creo que más bien es de los bueyes que se crían en Sudamérica, Argentina y Chile según tengo entendido y también en los Estado Unidos, que me imagino que serán de dicha raza pero no se cuidaran como en Japón.
Ingredientes:
200 gr. de carne de kobe molida, 1/2 c c de aceite de sésamo, 1 c s de sake, 1 c c de vinagre de arroz, 1 c c de salsa de soja dulce, 1 c c de sichimi tougarashi, sal y mantequilla.
Elaboración:
Pon la carne en un bol con un poco de sal y las especias sachimi tougarashi. Mezcla bien todos los demás ingredientes añádeselo a la carne, mezcla hasta que lo absorba todo y deja reposar por espacio de media hora en la nevera.
Unta con mantequilla seis moldes de magdalenas de los de silicona, distribuye la carne en ellos, calienta el horno 20 minutos a 150º C y luego asas la carne 10 minutos. Se sirven con lo que más guste.
P.D. Esto no deja de ser un principio para probar la carne de kobe, posiblemente no es la mejor manera pero tenía invitados y no podía hacer un tartar que sería lo más idóneo.Lo de acompañarlo con la salsa de mango, tan solo fue debido a que hice un solomillo de cerdo ibérico con esta salsa, que será lo siguiente que cuelgue.
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