Esta es una de tantas que tengo por ahí apuntada de cuando comencé a apuntar recetas, me gustó y la guardé. Hoy tocó conejo en casa y guardé los lomos para hacer unos pinchos que siempre te lo agradece el cuerpo y de paso se va cogiendo experiencia en confitar las distintas carnes.
Ingredientes:
6 lomitos de conejo, 6 o 12 langostinos o gambas arroceras si se quiere más pequeño, 2 dientes de ajo, romero, tomillo y aceite.
Para la salsa:
1/2 cebolla, 3 tomates, 50 gr. de almendra molida, coñac, 1/2 vaso de vino blanco, las cabezas de los langostinos o gambas y aceite.
Elaboración:
Hacemos un caldo con algunos huesos del conejo, que rehogaremos en un poco de aceite. Después le echaremos las cabezas de los langostinos o gambas y seguimos rehogando, lo flameamos con el vino y el coñac, cuando se haya quemado todo el alcohol, le añadimos un poco de agua y lo dejamos al fuego unos 12 minutos.
Mientras picaremos finamente la cebolla y la rehogamos en otro poco de aceite, pelaremos los tomates, los cortaremos en trozos pequeños y se los añadimos a la cebolla. Cuando esté bien rehogado, le añadimos el caldo colado y las almendras, revolvemos bien y lo dejamos que reduzca hasta obtener la textura deseada.
Se salpimientan los lomitos y se confitan en aceite aromatizado con los ajos, el romero y el tomillo, a fuego bajo, cuidando que queden jugoso y no se resequen.
Emplatado:
Se pone un poco de salsa en el centro de un plato, encima de la salsa un lomito o bien la mitad de uno y por último, encima de este el langostino o la gamba.
P.D. La presentación que hago es la forma más fácil de decir que las prisas en la cocina son malas consejeras.
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