jueves, 14 de febrero de 2013

Raviolis de tollos en salsa.

     Quién de nosotros no tiene unos cuantos amigos de los llamados "no me gusta", aquellos que cuando oyen una receta que esté hecha con algo como, hígado, corazón, callos, criadillas, salazón, etc. que su cerebro no concibe que se coma, automáticamente dicen eso de "no me gusta", luego viene la pregunta obligada de "por qué no te gusta, por el sabor, la textura, qué?", la respuesta es casi siempre la misma, no, si yo no lo he probado nunca, pero no me gusta".
      Esta receta está creada para hacerle ver a uno de estos amigos lo equivocado que estaba, que no se puede plantar uno a decir que no le gusta algo cuando no lo ha probado. Decía no gustarle el salazón y como es un enamorado de la pasta, hice los tollos en salsa y luego, tras aligerar un poco su sabor, se los serví en unos raviolis para que no se viera el relleno. Tras comérselos su expresión fue ¡¡Mi madre, receta de lujo, te quedó de lujo!!.
Ingredientes:
Tollos en salsa, 1 puerro grande (lo blanco), 2 dientes de ajo, 1/2 pimiento verde, 1/2 litro de leche, 2 c/s de harina, 5 hojas de cilantro, pimienta blanca, nuez moscada, 100 ml de nata, cebollinos, sal y aceite de oliva.

Para la masa:
200 gr de harina de fuerza, 2 huevos, sal y aceite de oliva.

Elaboración:

     Hacer los tollos en salsa (ver receta en la sección pescados), una vez fríos retirar los cartílagos, picar finamente la carne y reservar. Triturar la salsa, pasar por el chino y reservar.

     En una sartén con bordes altos ponemos un par de cucharadas de aceite de oliva y rehogamos el puerro, los ajos y el pimiento finamente picado. Pasados 10 minutos añadimos el cilantro finamente picado y rehogamos 5 minutos más.

    A continuación echamos la harina y revolvemos hasta que se incorpore plenamente para que no se queme. Seguidamente vamos echando poco a poco la leche templada y revolviendo hasta formar una bechamel; salpimentamos, añadimos la nuez moscada, la carne de los tollos, mezclamos bien y una vez frío lo guardamos en la nevera.

    Enharinamos una superficie plana, hacemos un volcán con la harina, partimos los huevos dentro, echamos un poco de sal, una cucharada de café de aceite de oliva y amasamos hasta obtener una masa elástica, hacemos una bola, la ponemos en un plato, la cubrimos con un poco de film transparente y lo guardamos en la nevera por espacio de una hora.

     Ponemos la salsa en un cazo y la ponemos al fuego, cuando esté templada vamos incorporando la nata hasta que tome consistencia y suavice el sabor.
     Estiramos la pasta hasta dejarla de un espesor de 1/2 centímetro, colocamos la farsa en la mitad, cubrimos con la otra mitad y vamos formando los raviolis, cortamos y reservamos.

     En el momento de emplatar, cocemos los raviolis en agua caliente con un poco de sal, calentamos la salsa, la servimos en plato hondo y luego ponemos los raviolis, decoramos con un poco de cebollino y servimos caliente.

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