Si me preguntan por qué se llama esta receta así, no sabría que contestarles. Lleva conmigo mas de 20 años, cuando empecé a dejar de leer libros de técnicas de cocina y recetas y me lancé a los fogones a ver si era capaz de realizarlas y una de las primeras que hice fue esta.
No se de donde es ni quién la escribió, tan sólo la vi en una revista y la copie, gustó tanto en casa que no hay mes que no la comamos algún que otro día, el sabor del pollo se realza con el zumo de naranja especiado suavemente y encima es una comida saludable y sin grasas.
Y ya que estamos, con esta receta participo en el reto de Cocineros del mundo de google+, en el apartado de salado. http://cocinerosdelmundodegoogle.blogspot.com.es
Ingredientes:
1 pollo de 2 kg troceado, 3 dientes de ajo, 2 c/c de orégano, 1 c/c de comino molido, el zumo de 2 naranjas, 1/2 guindilla, 1/2 c/c de pimentón dulce, 60 gr de arroz, sal, pimienta y aceite de oliva virgen.
Elaboración:
El día anterior, se lava, se limpia y se trocea el pollo, se salpimienta, se pone en un bol y se reserva.
En el mortero, se pone un poco de sal, los dos ajos troceados, el orégano, el comino y el pimentón y se maja ligeramente, sin que llegue a formase una pasta, luego se la añade el zumo de naranja, se revuelve bien y se vierte por encima de los trozos de pollo. Se revuelve para que se impregne todo, se tapa con film trasparente y se deja en la nevera toda la noche.
Al día siguiente, se saca el pollo de la nevera, se deja una hora para que atempere y luego se marcan por tandas en una sartén con una cucharada de aceite de oliva.
Una vez estén sellados los trozos, se vuelven a meter en la sartén, se le añade el adobo, se tapa la cazuela y se deja cocer entre 20 y 30 minutos o hasta que el pollo esté tierno o al gusto de cada cual.
Mientras se cocina el pollo, picamos el ajo restante y lo freímos en un cazo en una cucharada de aceite de oliva. Cuando comience a tomar color, le añadimos el arroz, rehogamos un poco y freímos hasta que tenga un tono anacarado. Seguidamente se le añade el agua, un poco de sal y se deja cocer hasta que esté en su punto.
Finalmente se emplata junto al arroz y regado con el jugo de cocción.